«El pez por la boca muere», dice el refrán. Y Eva Cadena, la ex diputada de Morena en Veracruz, lo ha demostrado adecuadamente toda la semana: tras ser grabada recibiendo 500,000 pesos «para López Obrador» y tras declarar que «no sabía que eso estaba mal, pero regresó el dinero», fue a denunciar a la Procuraduría de Justicia (¡En un Mercedes Benz de medio millón de pesos!) Allí dijo que no sabía quien era la persona que le dio el dinero -ni a quien se lo devolvió- y que ella era víctima de violencia política «por ser mujer» y que «abusaron de su inocencia». Pues apareció otro video en que recibe diez mil dólares y cincuenta mil pesos, con la promesa de que serán cinco millones, si «López Obrador nos dice cómo los quiere, si en pesos o en dólares» y ella promete consultarlo con él. Por su parte, aunque originalmente dijeron que «le pusieron un cuatro», que «la chamaquearon» y que era inocente. López Obrador acusó a «la mafia del poder» y que lo hacían para involucrarlo pero que «no lo van a lograr». De condenarla o acusar el hecho, nada. Ahora ya dijo la Secretaria General de Morena, Yeidckol Polenvsky que «era una panista infiltrada en el movimiento», que «está al servicio de Yunes» y que pedirá su desafuero y juicio político… Cómo dicen que dijo Xóchitl Gálvez: «No sé si es inocente, pero de que es pendeja, es pendeja». Así que «el pez por la boca muere». Perujo en El Economista.
