Mucha preocupación desató en la esfera política el hecho de que los senadores del PRD hayan llevado a una fiesta privada una piñata con la forma de Donald Trump y lo hayan agarrado a palos al grito de «Eeeeeee…. ¡Puto!». Y no solo por la falta de respeto a un gobernante extranjero y a su pueblo, sino por el riesgo de que nos devuelva la cortesía agarrando al país de piñata. Y como señala Resendiz en Milenio: «¿Y a los que nos agarran de piñata a los mexicanos…?
