Y en el ánimo de las tradicionales Calaveritas, del maestro Garcí en El Financiero, les dejamos la correspondiente a Miguel Ángel Mancera. Y para facilitar la lectura, va la transcripción:
Se llevó la calavera
a Miguel Ángel Mancera
y murió cuándo corriera
de una acera a otra acera.
No pudo hacerse su tumba
porque una votación
los vecinos de otras tumbas
prohibieron su construcción.
Luego intentaron cremarlo
pero por no contaminar
terminaron por dejarlo
a medio chamuscar.
Hoy su cuerpo en puros cueros
lo han puesto en tráficos lentos
para espantar los ladrones
de los embotellamientos.
