Pues si: aunque se enojen, Donald Trump y López Obrador tienen más en común de lo que se cree… al menos en su forma de hacer política. Y en lo que son antagónicos… también se complementan -como ser rico y pobre; amenazar con lo imposible o usar lo conocido como arma secreta ¿El PRI corrupto?¡Si hasta ellos lo saben y se «expulsan»! En fin. Cualquier semejanza… es pura semejanza. Cartón dominical de Paco Calderón.
