Así es… comentábamos en una entrada extra anoche que el presidente había decidido vetar los artículos de la «ley 3 de 3» que exigían a los particulares que reciben dinero del gobierno presentar sus declaraciones fiscal, patrimonial y de intereses con la «máxima publicidad», lo que incluía a todos los empleados de las empresas proveedoras de gobierno (piensen en Microsoft), a los beneficiarios de programas sociales (cinco millones de personas en Progresa, por ejemplo) y hacer públicas todas las cuentas bancarias de Carlos Slim, sólo porque Telmex vende algunos servicios a algunas oficinas de gobierno. Pero lo que nos explica Alarcón en El Financiero es que pensó que esa ley exigía comentar los tres libros que más influyeron en tu vida, y que la vetó recordando el tropezón que sobre el tema pasó en la FIL Guadalajara durante la campaña presidencial, error básico que casi le cuesta la elección. Y Twitter, el pajarito azul, siempre presente.

Todo para servir a los intereses del poco por ciento.
Así pasa… Pero es porque la mayoría no logra organizarse en contra. Ni las 650,000 firmas a favor sirvieron de algo…
Si la ly 3 de 3 para servidores públicos está medio jalada de los pelos, el hacerlo para empresarios, y como comentas, para beneficiarios de programas públicos, pues peor tantito. Son propuestas revanchistas, ambas.
¡Pero cómo! ¿No era prohibir preguntar sobre los 3 libros que más te han influido…?