Que en Comitán, Chiapas, maestros de la CNTE raparon a algunas maestras que se negaron a participar en el paro de labores. Pero según otros, «fueron infiltrados que quieren dañar al movimiento». Como sea, son ese tipo de actitudes la que les resta a los disidentes -y a quienes los apoyan- sustento moral para sus protestas: violar el derecho a la dignidad y acusarlos de «traidores a la patria» no ayuda a ganar nada, y son solo tomaduras de pelo. Garcí en el El Financiero.
