Ayer comentábamos que en la época del PRI Clásico había refranes como «el que se mueve no sale en la foto». Otro clásico ocurrió cuándo le preguntaron al presidente López Portillo por qué ordenó un boicot contra la revista Proceso. Su respuesta se volvió un clásico del autoritarismo «a la mexicana»: «No pago para que me peguen», dijo. Aún así, la revista sobrevivió más que el ex presidente. Ahora se sabe que la mayoría de los ataques a periodistas viene de funcionarios -sobre todo a nivel estatal-. Así que en la época del «Nuevo PRI» habrá que ir agregando refranes a las conductas, como aquel que sugiere Hernández en La Jornada: «El que pega primero, pega dos veces».
