Pues que mala faena hizo la justicia española ante el bravío «Coahuilense». Tras pinchar varias veces y descubrir que, según la autoridad mexicana «ni siquiera tiene investigaciones abierta en su contra» y ver que las pruebas con que si contaban sobre transferencias de fondos eran legales y de poca cuantía, le devolvieron el pasaporte y lo dejaron ir indultado… Y, para colmo, el astado dice que «demandará a quienes le difamaron» y «volverá a la política»: ya se le menciona como candidato a alcalde de Saltillo… Mientras tanto, el PRI festeja la exoneración a su ex presidente nacional. No, pues con razón se pidió su vuelta a corrales… Sifuentes en Milenio.
