Y si, como bien dice Magú en La Jornada… En 3 de los principales partidos políticos nacionales, hay presidente «de dedazo»: uno por Los Pinos, otro por la principal corriente y, a partir de este fin de semana, uno por un dedazo autoproclamado. El que nos falta no fue dedazo: fue elección abierta. A una pequeña Elite de menos de una centena de «notables» en un partido de medio millón de militantes. O sea… ¡Viva la «dedocracia a la Mexicana»! (Para nuestros lectores internacionales: en el viejo sistema político mexicano, el presidente elegía a su sucesor «señalándolo con el dedo», lo que se denominaba «el dedazo»; y a partir de ese momento todos sabían que era el siguiente presidente y todas las corrientes del «partidazo» decían que desde siempre había sido su candidato….)
