Y sobre el tema de los 43, no es fácil opinar como bien señala Alarcón en El Financiero: de un lado, decir que eran parte del narcotráfico (o que se robaron un camión con droga) criminaliza a las víctimas; decir que los mataron en un enfrentamiento entre Los Rojos y Guerreros Unidos no tranquiliza los ánimos. No tener cadáveres y no aceptar los peritajes no abona. Por si fuera poco, el EPR se ha mezclado en la representación de los padres para presionar al Ejército. Y por otra parte, los errores y torpezas en las investigaciones oficiales no abonan a la tranquilidad, y decir que el gobierno tiene algo de razón se vuelve en automático una descalificación. No es fácil opinar…
