Y mientras en el PRI otro poder fáctico decidió quien sería presidente, en el PRD el que aún es presidente dijo que pondría su renuncia y la de su equipo en la mesta tras el peor desastre electoral que han pasado -causado, en parte, por la irrupción de MORENA que se llevó parte de su clientela tradicional-. Y parece que le van a tomar la palabra. Lo más triste es que pasó casi un año en la candidatura a presidente y logrando renuncias de perredistas notables, y duró menos de un año en el cargo. Y lo cierto es que si, que dejó un desastre electoral y sin posibilidad pronta de mejora. A ver que pasa. E. Rocha en La Crónica.
