No lo sancionan por «robarse» dos partidos. No lo sancionan por hacer campaña política el día de las elecciones. No lo sancionan por dedicarse más a hacer publicidad que a dirigir la selección… pero si se hace un broncón que podrá dejarlo sin trabajo por «empujar» según él o por «golpear en el cuello» según Cristian Matinolli, agredido comentarista deportivo en un aeropuerto de Estados Unidos… Así no se puede. Adiós Piojo, no te extrañaremos… Rapé en Milenio.
