Fue un proceso abierto, transparente y libre. A tal grado que de 14 campos petroleros a licitar, solo dos fueron adjudicados en la Ronda Uno. Pero para abonar al sospechosismo, el mismo conglomerado de empresas ganó los dos: y en ambos participan Grupo Higa, la constructora favorita del gobierno peñista, y en ambos es prominente líder del grupo Jerónimo Marcos Gerard, cuñado de Carlos Salinas de Gortari. Así no se puede contra el sospechosismo: ¿Ganaron por ser la mejor oferta, por tener los socios más influyentes o por tener información privilegiada? Ya veremos. Por lo pronto, como dice Helioflores en el Universal, «Adiós cuñado!».
