Y si: la televisión analógica está moribunda, y más ahora que la nueva ley de Telecomunicaciones establece los criterios y accesos para los canales digitales. Pero, como bien señala Alarcón en El Financiero, su herencia permanecerá por siempre en la forma de telenovelas… y cosas peores. Veremos si algún día podemos trascenderlos.
