Pues al más fiel estilo porfiriano de la «Ley Fuga» (en la que soltaban a decenas de presos a la vez en un campo lleno de fusileros; estos les disparaban por la espalda pero si lograban saltar la barda final, sea con heridas o sin ellas, eran libres), en Puebla se aprobó la «Ley Bala», con la que los cuerpos del orden pueden disparar en contra de manifestaciones si identifican que en ellas hay individuos que implican un «riesgo a la gobernabilidad». Leyes similares se discuten en Chiapas… Y si bien el objetivo puede ser bueno, el enfoque y la redacción sólo agravan los problemas que pretenden resolver. Pero así pasa al calor de la modernidad. Helguera en La Jornada.
