Pues volvió el presidente a un acto de aniversario del PRI, como no se veía hace muchos años -antes de la docena de años panistas en la presidencia, Ernesto Zedillo estableció una «sana distncia» con el partido, que ya se sabe cómo terminó-. Y pues bueno, como bien señala Garcí en El Financiero, lo mejor que le pasó a Peña Nieto… es que no le robaron nada en tan fina compañía.
