¡Pobre del despreciado José Luis Preciado, coordinador de los senadores del PAN! Hizo una fiesta en el Senado con todo y mariachis un día, para festejar a su esposa, y al día siguiente intentó hacer una fiesta para él… pero sólo llegó un senador. Esto porque se hizo un gran escándalo de que usara las instalaciones del Senado para sus fiestas particulares. Salió a pedir disculpas y dijo que la primera fiesta le costó sólo 2,500 pesos de tacos y alcohol (y le regalaron el mariachi) y no sabía el costo de la segunda «porque no me ha llegado la nota». Total, que ya piden su destitución como coordinador del Grupo Parlamentario y hasta su renuncia al escaño. Nosotros no pedimos su renuncia; nomás le pedimos que nos preste el salón: ¿Fiesta con mariachi por $2,500? ¡Queremos organizar una! Helguera en La Jornada.
