Ya andamos en la fase de comer recalentado -que, confieso, me gusta más que la propia cena naviedeña-. Pero con la onda fría de 12 frentes fríos que asola al país, está dificil recalentar algo… No lo acabas de calentar y ya se enfrió; recalentar está más canijo. Perujo en El Economista.
