Pues será el sereno, pero «el robo del siglo» fue mucho más fácil y toda la resistencia de la izquierda unida sirvió para… que fuera aún más rápido -al tomar, desde dentro, el recinto de San Lázaro ayudaron a que se le dispensaran trámites-. O el tema petrolero no politizaba tanto como esperaban, o el infarto famoso llegó en mala hora, o de verdad sin apoyos del GDF no tienen capacidad real de movilizar a los millones de indignados con el tema. En fin, que como dice Magú en La Jornada, «se les fue la liebre». A ver si así aprenden. Y que la tal liebre sea para bien del país y no sólo de unas cuantas compañías extranjeras… (claro, sigue soñando, dicen…)
