El Cardenal Primado de México, Norberto Rivera Carrera, denunció que un grupo armado que se presentó como integrantes de «La Familia Michoacana» le pidió a dos párrocos $60,000 en efectivo a cambio de «dejarlos trabajar, evitar los problemas, incluso salvar la vida». Preocupante la situación sí, lo que antes respetaba hasta el narco, pasa también a ser víctima de la delincuencia organizada. Sólo recordemos cuando Amado Carrillo «el Señor de los Cielos» fue a casa del Nuncio Papal Jerónimo Prigione para pedir que los exculparan del asesinato del cardenal Posadas, «nosotros no lo hicimos y los respetamos mucho», e incluso ofrecieron una generosa limosna, misma que no fue aceptada. Los tiempos cambian. Jabaz en Milenio.
