Lo cierto es eso: en ninguna de las tres «reformas energéticas» que se han presentado, se toca al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), por lo que en realidad ninguna de las reformas logrará las grandes transformaciones que se requieren: menos corrupción, más eficiencia, más eficacia y menos costo. Lo demás… Está bien, pero no bastará jamás sin ese punto. Pero como bien dice Perujo en El Economista, «la casa siempre gana».
