Como parte de la investigación por enriquecimiento ilícito que se realiza contra el gobernador Andrés Granier, fue capturado y ya recibió auto de formal prisión el ex tesorero estatal. Y si de un lado Granier se envalentona y declara que «soy inocente y por eso voy a México», del otro lado la autoridad confía en que ese testimonio será clave para hundirlo. Y lo cierto es que dudamos que sea el peor de los ex gobernadores priístas; lo están cazando por escandaloso. Incluso cuando Mario Marín fue acusado de encubrir una red de pederastas, los audios hablaban de «te mando unas botellitas de Cognac de 12, 15 ó 18 años», lo que en estricto sentido no prueba nada; pero decir que «tengo 1,000 camisas y 300 trajes en mis casas de Miami, Can-Cún y México, que no uso aquí para no alborotar a la perrada»… es casi casi «confesión de parte y relevo de pruebas». Nerilicón en El Economista.
