Pues si, entró ya la primavera y con ella muchos simpatizantes del New Age y otras formas de sincretismo religioso o espiritual asistieron a las pirámides prehispánicas e hicieron otra serie de rituales para atraer las «buenas vibras» de la ocasión. Lo triste es que muchos de ellos ignoran los motivos reales o la cosmogonía detrás de las creencias en que participaron, y cuantimás ignoran a los indígenas herederos de las mismas y su pobreza. ¡Ternuritas!
Alarcón en El Financiero.
