Ya pasaron las elecciones. Ya tenemos presidente electo. Ya se instaló la Legislatura LVII. Ya aprobaron la primera iniciativa «complicada» de reformas estructurales: la Reforma Laboral. Y aunque fue una iniciativa preferente del presidente saliente Felipe Calderón, el presidente entrante Enrique Peña Nieto señaló en su Twitter: «Celebro la aprobación, en la Cámara de Diputados, de la Reforma Laboral que contribuirá a la generación de empleos y crecimiento económico». O como dicen Helioflores en El Universal… Bienvenido a la realidd, compatriota.

Sin embargo, de donde no se esperaba ha surgido un obstáculo. Resulta que los 36 sindicatos que integran el Congreso del Trabajo, incluyendo a la Confederación de Trabajadores de México, los Petroleros y al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación pidieron al presidente electo no respaldar la iniciativa de reforma laboral “propuesta por Felipe Calderón”. Bien por las formas políticas.