… pues nada, viendo cómo sacarle más jugo a la ubre, sin poder sacudirse el charrismo sindical, aguantando las puyas de la patronal, rasurada de los cuernos y con la ilusión de la huelga, la clase obrera espera con ansias la conclusión de la Reforma Laboral, que aparentemente dejará a salvo a todos sus opositores y pasará, si acaso, en términos «light». Perujo en El Economista.
