El nuevo escándalo en la tragicomedia nacional es el pleito entre Joaquín Vargas, de MVS Comunicaciones y el gobierno federal en torno a la banda de 2.5 GHz. Esta parte del espectro radioeléctrico estaba concesionada a MVS pero no la usaba plenamente y le fue retirada. En ella puede ofrecerle internet inalámbrico de alta capacidad. A esa decisión de la autoridad respondió el empresario diciendo que es una venganza porque re-contrató a Carmen Aristegui quien en su noticiario comentó sobre el alcoholismo presidencial sin pedir disculpas -y sin probarlo-. Del otro lado dicen que es una decisión justa porque al no usarla se estaba desperdiciando. De fondo es un capítulo más del pleito entre Televisa y Carlos Slim, socio de Vargas y con quien se preparaba el proyecto para la explotación comercial de la banda y que no avanzó a falta de visto bueno gubernamental al proyecto. Habrá que ver en qué terminan estos dimes y diretes. Paco Calderón desde su sitio.

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