Se anunció que el gobierno federal realizará un programa de mejoramiento y ampliación de la infraestructura penitenciaria… 20 nuevas cárceles. Eso no estaría tan mal -en vista del hacinamiento que en algunos CERESOS llega a ser de 110% adicional a la capacidad máxima- de no ser que se hace en el último año del sexenio cuando pudo hacerse antes, y que implica renunciar a otras alternativas que no lleguen a la cárcel, como las medidas preventivas o la ayuda médica a los narcodependientes. Si las cárceles son verdaderas «universidades del crimen», ampliaremos más la red que la de las escuelas «normales». Perujo en El Economista.
