Ayer en el arranque de la «Semana Nacional de Oración por la Paz», el presidente Felipe Calderón y su familia acudieron a la Basílica de Guadalupe a una misa presidida por el Cardenal Norberto Rivera. Allí, la primera dama leyó una oración escrita por la familia Calderón pidiendo a Dios por la paz, y porque «toque el corazón de los malvados». Nos parece algo correcto… excepto porque la semana previa fue noticia el «albazo» legislativo por el que se aprobaron modificaciones al artículo 24 constitucional, lo que muchos leyeron como un ataque al Estado Laico. ¿En verdad era necesario que la Primera Dama pasara a leer una oración escrita por la familia presidencial? Helguera en La Jornada.
