Las investigaciones sobre el operativo «Rápido y Furioso» realizado por el buró federal para el control del Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego (ATF) por el que vendieron armas «ilegales» en territorio mexicano para «trazar» las rutas de distribución de las mismas y que concluyó en que se perdió el rastro a la mayoría de ellas ha revelado que casi todas las «extraviadas» terminaron en manos del Cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán… Así que muy «inocente» no parece el proyecto.
Antonio Helguera (@AHelguera) en La Jornada.
